Existen tantas leyes de tráfico y normas sobre el equipamiento de los vehículos a motor que casi todos podemos ser detenidos en cualquier momento. En otras palabras, es muy difícil conducir sin infringir alguna ley de tráfico.
Cada año en los Estados Unidos, los agentes de la ley realizan 20 millones de controles de tráfico, lo que equivale a unos 50.000 cada día. La razón por la que estas identificaciones son tan comunes es que la policía puede detener a alguien por razones muy mundanas, pero luego utilizar esa identificación para investigar delitos más graves. Es lo que se conoce como pretextual stops.
Este tipo de identificaciones pueden dar lugar a detenciones por conducir bajo los efectos del alcohol, posesión de drogas y otros delitos no relacionados con el motivo inicial de la identificación. Los defensores de las fuerzas del orden afirman que las identificaciones pretextuales son necesarias para garantizar la seguridad pública. Pero, ¿lo son? ¿Debería tener la policía tanta autoridad?
Uno de los principales problemas de las identificaciones pretextuales es que los agentes tienen mucha discrecionalidad a la hora de decidir a quién paran, lo que ha dado lugar a importantes prejuicios raciales. Los conductores blancos tienen un 20% menos de probabilidades de ser parados que los conductores negros, a pesar de que los conductores blancos constituyen un porcentaje mucho mayor de la población. Y en un análisis a gran escala de las identificaciones, un estudio descubrió que los conductores blancos tenían más probabilidades de estar en posesión de contrabando (como drogas o armas), aunque los conductores negros eran registrados entre 1,5 y 2 veces más a menudo.
Debido a problemas como estos, algunas legislaturas estatales están trabajando para restringir los delitos por los que los agentes pueden realizar identificaciones con pretexto. Con ello, esperan reducir las disparidades raciales en la actuación policial y, en general, limitar el número de interacciones de investigación entre la policía y los ciudadanos de a pie (algunas de las cuales pueden resultar mortales).
Hasta que o a menos que Wisconsin promulgue tales cambios, todos los conductores deben saber que mientras la policía tiene amplia autoridad para hacer paradas de tráfico, su poder no es infinito. Si usted ha sido acusado de conducir ebrio, posesión de drogas u otro delito basado en una parada de tráfico, puede valer la pena investigar si el oficial tenía una razón justificable para detenerlo. Si no es así, puede solicitar al tribunal que suprima cualquier prueba obtenida durante la parada.
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